- En Michoacán existen 35 mil artesanos que trabajan las diferentes ramas, como madera, textil, metalistería, laca perfilada, fibras vegetales, cerería, arte plumario, alfarería, entre otras.
RED 113 MICHOACÁN/Redacción
Morelia, Michoacán, a 25 de agosto de
2017.- Con el fin de elevar el
nivel de vida de las y los artífices, sus familias y sus comunidades, el
Instituto del Artesano Michoacano (IAM) contribuye a mantener la actividad
artesanal como alternativa de empleo, privilegiando el respeto a las diferencias
culturales de sus creadores y los recursos naturales, así como a rescatar,
conservar y fortalecer su identidad histórica y cultural e impulsar la
eficiencia de los procesos productivos y la comercialización de sus productos
artesanales en el ámbito local, estatal, nacional e internacional.
El
director general del IAM, Claudio Méndez Fernández, destacó que la dependencia
trabaja bajo una estrategia integral, en la cual se evita la extinción de las
manifestaciones artesanales por medio de la formación de talleres y de la
capacitación de artesanos y aprendices.
Asimismo,
señaló que en Michoacán existen 35 mil artesanos que trabajan las diferentes
ramas, como madera, textil, metalistería, laca perfilada, fibras vegetales,
cerería, arte plumario, alfarería, entre otras.
La
actividad artesanal en Michoacán se divide en siete regiones por su relación
con las características étnicas y culturales de cada pueblo.
En
la región Occidente hay varios grupos étnicos, principalmente el purépecha, que
predomina en comunidades como Huáncito, Ichan, Santo Tomás y Tacuro, en la
Cañada de los Once Pueblos, además de Tarecuato, Patamban, Tzirio, San José de
Gracia, además de poblaciones como Sahuayo y La Piedad, que son mestizas pero
que tienen origen mexica.
Su
producción artesanal es abundante e incluye sombrerería de trigo y palma,
textiles, talla en madera aplicada a la creación de utensilios de cocina y de
máscaras de fino trabajo, cerería decorativa con fines religiosos, talabartería
y alfarería, que es la más representativa y diversa.
La
región Lacustre está conformada por las localidades de la cuenca
Pátzcuaro-Zirahuén. Su población es principalmente purépecha y en esta región
se encuentra la mayor diversidad artesanal de Michoacán, trabajándose casi la
totalidad de las 16 ramas artesanales con que cuenta el estado.
La
región Meseta aporta gran parte a la riqueza cultural del estado; sus pueblos
conservan fiestas, tradiciones e indumentaria como expresión del sincretismo
entre las culturas que coexistieron en la época colonial: purépecha, española y
africana.
Esta
zona tiene un clima templado con lluvias frecuentes, lo que permite una
vegetación abundante y propicia para el desarrollo de áreas forestales en
tierras medidas y altas, de las que se aprovechan sus maderas para la
elaboración de muebles, máscaras, guitarras, juguetería y escultura en general,
incluso para construir la troje, que es la vivienda típica de la región.
Otra
importante actividad artesanal son los textiles, tejidos por las mujeres en
telar de cintura, de origen prehispánico, mientras que los realizados en el
telar de pedal, cuyo origen es europeo, son comúnmente hechos por hombres. Se
realizan también los bordados en punto de cruz, deshilados, los cuales destacan
por su complejidad y delicadeza, la elaboración de alfarería, herrería, maque y
joyería, entre otras.
Los
grupos indígenas mazahua se encuentran en la región Oriente, conformada por los
municipios de Zitácuaro, Susupuato, Ocampo, Angangueo y Tlalpujahua; y los
otomíes, que se ubican en las tenencias de Curungueo y San Felipe de los
Alzati.
Entre
las principales artesanías de esta región destacan los textiles tradicionales,
elaborados por los mazahuas, y los trabajos en cantera, los cuadros de
popotillo, las esferas, la joyería, los adornos de latón y el ancestral arte
plumario, de los otomíes.
Los
municipios de Coahuayana, Aquila y Lázaro Cárdenas pertenecen a la región
Costa, cuyas comunidades utilizan recursos naturales marinos y terrestres para
la elaboración de su artesanía, como caracol púrpura, suelos arcillosos,
especies vegetales de bosque tropical usadas para elaborar diversos objetos y
teñir sus textiles de algodón, la palma y la corteza de algunos árboles.
Morelia
y municipios aledaños conforman la región Centro, y en ésta se elaboran
diversas manufacturas artesanales, distribuida cada rama artesanal según los
recursos naturales disponibles en su entorno; así, alrededor del lago de
Cuitzeo se desarrollan artesanías con fibras vegetales, como tule, chuspata,
carrizo, hoja de maíz y fibra de maguey, mientras que en otros lugares se hacen
presentes los textiles, la madera, la herrería, el trabajo en cantera y piedra
volcánica (metates y molcajetes), talabartería y el arte plumario.
En
la región Tierra Caliente, los artesanos trabajan la alfarería, curtiduría y la
elaboración de huaraches, así como la talabartería. Es común observar a las
mujeres terracalentanas con adornos orfebres en oro o plata, que se venden en
las plazas de Huetamo, Michoacán, y Ciudad Altamirano, Guerrero.
La
región es además productora y distribuidora en grandes cantidades de sombreros
de palma; de esta manera la producción artesanal se convierte en parte
importante de la economía local.