Santa Ana Maya,
Mich.- 7 de noviembre de 2014.- Toda la gente recuerda con cariño al doctor
Ignacio Mendoza López, quien fuera su alcalde municipal en dos ocasiones y que
muriera a manos del crimen organizado hace justo un año, luego de haber
concluido una huelga de hambre en una casa de campaña que plantó frente al
Senado de la República para exigir más recursos para los Ayuntamientos de la
República Mexicana.
Nacho, como todos le llaman por cariño, era médico cirujano
y partero, egresado de la Universidad Autónoma de México, además de haber sido
director y fundador de la Escuela Preparatoria por Cooperación Melchor Ocampo,
aquí, en Santa Ana Maya, pueblo que él siempre quiso y por ello a cada rato
mostraba su interés por que mejorara, así lo rememora la ciudadanía, pues
también era el único galeno de esta localidad, era, "nuestra cobija,
ahora, la cobija ya se nos acabó", recordó a punto del llanto una mujer
santanamayense.
El doctor Mendoza también viajó a Nicaragua en marzo de
1983, en una misión altruista de medicina, becado por la Universidad Autónoma
de Puebla, y trabajó en el Hospital para Heridos de Guerra, de Esteli,
Departamento de Matagalpa y en el Centro de Salud de San Juan Río Coco,
Departamento de Madriz, era pues, todo un guerrillero de las causas nobles, así
es la imagen que sus conciudadanos tienen de él.
El monumento que fue erigido en su nombre está en plena
plaza principal de esta cabecera municipal, tiene 1.70 metros de altura, es
tallado en bronce y en él hay una placa que reza: "Los familiares y la
población de Santa Ana Maya, Michoacán, rinden homenaje a su médico humanista,
luchador social, reivindicador e impulsor del movimiento municipalista
nacional", la pieza, es obra del maestro escultor Francisco Ramírez.
Nacho Mendoza fue localizado sin vida en su camioneta el 7
noviembre de 2013, en un desnivel en los límites de Michoacán y de Guanajuato,
inicialmente las autoridades ministeriales habían dicho que todo se había
tratado de un accidente vial, luego se supo que el cadáver del médico tenía
huellas de violencia y trascendió que el crimen fue obra de la delincuencia
organizada, hasta la fecha, no hay detenidos y el reclamo de su familia y de
los santanamayenses es, justicia. Él partió físicamente, pero su leyenda ya
nació.