martes, 24 de febrero de 2015

A dos años de lucha en la Tierra Caliente, entre el amor y el odio hacia el gobierno; y el fundador de las autodefensas encarcelado

A dos años de lucha en la Tierra Caliente, entre el amor y el odio hacia el gobierno; y el fundador de las autodefensas encarcelado
RED 113 MICHOACÁN/Redacción
Tierra Caliente, Mich.- martes 24 de febrero de 2015.- Hipólito Mora Chávez ya había planeado revelarse contra Los Caballeros Templarios, estaba harto, como los demás habitantes de Felipe Carrillo Puerto "La Ruana", población ubicada en el municipio de Buenavista, de los cobros de extorsiones del grupo criminal, de los abusos y de los asesinatos que había, sólo por alzar la voz.
Lo pensó todo una y otra vez, su familia le decía que estaba loco, le rogaba que no se " levantara en armas" y le advertía que podrían matarlo, pero al final no le importó; con el temple inquebrantable que lo caracteriza habló con gente de confianza de la región y les platicó lo que deseaba hacer: encarar al crimen, ver al diablo directamente a los ojos y echarlo del infierno que había creado en aquel bello paraíso calentano, de gente amable, trabajadora, de comida exquisita y de mujeres bellas.
Muchos creyeron que Mora había perdido la razón, se jugaba el pellejo contra algo que parecía imposible, así es, imposible, pero no inalcanzable y esa terquedad fue la que lo llevó a tomar su rifle, su "taquera" para enfrentar a la delincuencia, seguido por un reducido ejército de cortadores de limón, ninguno de ellos con experiencia en tiroteos, pero sí con buena puntería y con el corazón dispuesto a frenar las balas por su pueblo, decían.
El 10 de febrero de 2013 Hipólito se reunió en Tepalcatepec con algunos pobladores de dicha ciudad y les comentó de sus intenciones, los invitó a sumarse a la pelea contra la delincuencia.
Fue así que aquel 24 de febrero de 2013, un día glorioso para La Ruana y Tepalcatepec, pues representa la fecha en que su gente decidió romper las cadenas y la sumisión ante el crimen, los lugareños, encabezados por Mora Chávez, se "levantaron" en armas, había comenzado la guerra.
Después de todo aquello vendrían los flashes que siguieron a aquel momento: la masacre de limoneros el miércoles 10 de abril de ese 2013, donde perecieron al menos nueve personas y 10 más quedaron malheridas, en lo que fue un múltiple ataque a balazos primero en Cuatro Caminos, después en Coróndiro, Los Girasoles y finalmente en San Juan de los Plátanos, una tras otra se dieron las agresiones, en contra de un grupo de al menos 500 manifestantes, quienes habían asistido a la glorieta de Cuatro Caminos, donde se rememoraba el aniversario luctuoso de Emiliano Zapata, el cual era dirigido por Jesús Reyna García, en ese entonces recientemente nombrado gobernador interino de la entidad.
Los inconformes reclamaban seguridad para poder trabajar, para que los empaques de limón se reabrieran y a cambio recibieron la muerte.
El ataque inició mientras que en ese momento, Reyna García y demás altos funcionarios se retiraban del lugar, fuertemente escoltados por varios federales y otras corporaciones "todo esto cuando la gente era acribillada sin ninguna protección", recordó en aquellas fechas una de las viudas de esa agresión.
Días después, el domingo 28 de abril habría una refriega en La Ruana entre Templarios y gente de Hipólito Mora, misma que dejó 10 muertos, seis del primer grupo y cuatro autodefensas, así como cuatro simpatizantes de Hipólito lesionados. De este enfrentamiento se dijo que hubo más gatilleros caídos, según versiones de los autodefensas.
En mayo de ese año vendrían las primeras entrevistas del doctor José Manuel Mireles Valderde, después su liderazgo a la par de Hipólito en el otrora Consejo de Autodefensas de Michoacán (CAM) y todo lo que le seguiría: el accidente de Mireles en avioneta el sábado 4 de enero de 2014, la aparición en escena de Estanislao Beltrán Torres "Papá Pitufo", quien era incondicional de Mireles y las negociaciones con el gobierno federal.
Luego la designación y la llegada de Alfredo Castillo Cervantes como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, la tan cacareada "desmovilización" de las autodefensas, el encarcelamiento de alcaldes, de Jesús Reyna, de un hijo del gobernador Fausto Vallejo: Rodrigo Vallejo, y de tantas personas que terminaron en prisión por supuestos nexos con el crimen organizado, la creación el 10 de mayo de 2014 de la Fuerza Rural, el abatimiento, ahora sí verdadero, de Nazario Moreno González, alías "El Chayo", y de varios de los cabecillas del grupo criminal que éste dirigía, la huida y el "salto de mata" de Servando Gómez Martínez "La Tuta", aún prófugo, en fin, esos flashes de esta lucha de dos años que tenía la meta de acabar con el crimen organizado en Michoacán.
En la actualidad, el fundador de las autodefensas y quien siempre estuvo abierto al diálogo con el gobierno, aun cuando estaba "levantado" en armas, Hipólito Mora Chávez, está en prisión, en la cárcel "David Franco Rodríguez", ubicada en el Ejido de Irapeo, municipio de Charo, encerrado con 27 de sus rurales, pues ya todos estaban dados de alta en la FR. La segunda ocasión en la que Mora pisa ese mismo penal, la primera, acusado de dos homicidios de los que fue hallado inocente por el juez.
También tras las rejas está el Doctor Mireles, señalado de violación a la Ley Federal de Armas de Fuego, pero él en una cárcel federal, en Hermosillo, Sonora.

Castillo se fue el 22 de enero de este 2015, en su lugar llegó el general Felipe Gurrola Ramírez, Mando Especial para la Seguridad de Michoacán y la pelea por recuperar un territorio tan apaleado por el crimen, severamente manchado de sangre, tatuado por las balas y el llanto, de familias desintegradas, de viudas y huérfanos, de padres sin hijos, no ha terminado, mientras que el desarrollo integral, tan prometido desde aquel 2013 por el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, parece llegar a cuentagotas.
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