Los 13 años de sangre y
muerte en Michoacán, hasta la captura de La Tuta
RED 113 MICHOACÁN/Redacción
Morelia, Mich.- viernes 27 de febrero de 2015.- Hablar del surgimiento de la estructura criminal que
vapuleó a la sociedad michoacana, lo decimos así porque la realidad no miente,
es un tema que podría ocuparnos días de plática; sin embargo, la era moderna
del narcotráfico en Michoacán que luego pasó a convertirse en crimen
organizado, porque sus cabecillas y operadores se convirtieron en eso: en
empresarios de la delincuencia, por decirlo así, ya que del simple tráfico de
drogas llegaron a la extorsión, a los cobros de piso, al secuestro, al despojo
de propiedades, al homicidio y un sinfín de delitos más, comenzó cuando “El
Cártel del Golfo” ocupó como su brazo armado en Michoacán a la célula delictiva
autodenominada “La Empresa”, esto en 2002 y cuyo objetivo era expulsar al
cártel de “Los Valencia” de la entidad, según los informes de inteligencia de
las autoridades federales a los que hemos podido tener acceso.
No obstante, debido a
conflictos con “El Cártel del Golfo”, “La Empresa” desaparecería y de ella
surgiría el 7 de septiembre de 2006 “La Familia Michoacana”, cuando un grupo de
pistoleros daría el anuncio del nacimiento de la misma con un sangriento
mensaje: arrojar cinco cabezas humanas a la pista de baile del bar “Sol y
Sombra”, en Uruapan; el letrero que fue dejado en ese entonces rezaba: “La
Familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, solo muere quien
debe de morir, sépanlo toda la gente, esto es justicia divina”.
Los fundadores de este
cártel, de acuerdo con los reportes de las autoridades policiales, fueron
Nazario Moreno González, alias “El Chayo” y José de Jesús Méndez Vargas “El
Chango Méndez”, siendo éstos sus principales líderes, les seguirían Rafael
Cedeño Hernández “El Cede”, Carlos Rosales Mendoza “El Tísico”, Arnoldo Rueda
Medina “La Minsa”, Enrique Plancarte Solís “Kike Plancarte” y Servando Gómez
Martínez “La Tuta”, todos ellos bajo una doctrina Monroe aplicada al crimen:
“Michoacán para los Michoacanos” y es que con este grupo criminal le hicieron
frente a otros cárteles para impedir que éstos operaran en la entidad.
Fue así que en 2008
inició una guerra encarnizada entre “La Familia” y “Los Zetas”, esto por la
pugna de plazas en Michoacán y por el control de las actividades delictivas,
refieren los reportes de inteligencia.
Vinieron varias
detenciones importantes, cayó “El Cede”, “La Minsa”, “El Tísico” y pasaron
muchas cosas más: balaceras entre el cártel delictivo y las fuerzas federales,
muertos, viudas, huérfanos y una explosión enorme de violencia en Michoacán,
tatuado por los granadazos del 15 de septiembre de ese 2008 contra la población
civil en pleno Centro Histórico, de esta ciudad de Morelia, esto último a
consecuencia de la guerra entre cárteles, puntualizarían los informes del
gobierno federal.
Pero el 2010 sería el
principio del fin de “La Familia Michoacana”, quizás el año más violento para
Michoacán, pues fue en esa temporada en la que a consecuencia de toda la
violencia generada el cártel se fracturaría, a decir de las autoridades
federales, por problemas entre sus dos principales fundadores “El Chayo” y “El
Chango Méndez”, quien al final sería detenido.
En marzo de 2011
aparecieron entonces “Los Caballeros Templarios”, dirigidos por Nazario Moreno,
Enrique Plancarte, Dionisio Loya Plancarte “El Tío” y por Servando Gómez
Martínez “La Tuta”; su nacimiento se dio con la colocación de más de 30
narcomantas en las principales ciudades michoacanas, refieren los reportes de
inteligencia; una nueva etapa de violencia en Michoacán que desató lo que la
sociedad ya conoce: el nacimiento de las autodefensas el 24 de febrero de 2013,
al mando de Hipólito Mora Chávez y después también del doctor José Manuel
Mireles Valverde, la llegada de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo
Integral de Michoacán, la captura de “El Tío”, el abatimiento a balazos en
marzo de 2014 de “El Chayo” y en ese mismo mes de “Kike Plancarte”, el arresto
de varios más de los miembros de este grupo criminal y de funcionarios
presuntamente ligados al mismo, quedando al mando de “Los Caballeros
Templarios” que estaban prófugos, Servando Gómez “La Tuta”, detenido ya la
madrugada de este viernes, con lo cual se cierra un capítulo de la historia más
negra de Michoacán, el cual nos da la pauta para reflexionar que también
desgraciadamente el mal sirve para cambiar el destino de los pueblos y nos
invita a trabajar por transformar esta cruda realidad.