Operatividad
del NSJP, reto económico para los tribunales del
país: Magaña de la Mora
·
A través de la CONATRIB se gestionan mecanismos
ante la federación para lograr un presupuesto financiero autónomo y cumplir con
el mandato constitucional
Morelia, Michoacán a 13 de agosto de 2015.- “El nuevo
sistema de justicia penal no sólo implica sustentabilidad económica para su
implementación, el verdadero reto de los tribunales del país es contar con el
presupuesto necesario para su operatividad”, señaló Juan Antonio Magaña de la
Mora, presidente del Supremo Tribunal de Justicia y del Consejo del Poder
Judicial de Michoacán.
Por lo anterior, el magistrado presidente comentó
que a través de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de
los Estados Unidos Mexicanos (CONATRIB), se realizan gestiones ante la
federación para buscar los mecanismos adecuados y lograr un presupuesto
financiero autónomo acorde a las necesidades de cada tribunal del país.
Destacó la reunión que sostuvo la CONATRIB con el
secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para abordar el tema
presupuestal “mostró gran sensibilidad ante los planteamientos y ofreció
gestionar mesas de trabajo con la Secretaría de Hacienda, a fin de
que cuente con información más precisa de los requerimientos económicos que el
nuevo sistema implica”.
Reiteró la importancia de contar con los recursos
necesarios para continuar con la implementación en las regiones de Zamora,
Lázaro Cárdenas y Apatzingán; “tan sólo Zamora integra 41 municipios y 8
distritos judiciales, es la región más grande y, por ende, requiere más
presupuesto”.
Magaña de la Mora reconoció el acompañamiento y
empatía de María de los Ángeles Fromow Rangel, secretaria técnica del Consejo
de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal a nivel
federal, quien en todo momento ha estado atenta a las necesidades de Michoacán
para concretar la implementación.
Finalmente, comentó que el sistema acusatorio
adversarial oral deberá arraigarse paulatinamente en la sociedad, “El tema no
sólo tiene que ver con normatividad e infraestructura; involucra a diferentes
grupos sociales como el académico, litigantes, medios de comunicación y
ciudadanía en general”.