Mandan descenso al...
suspenso
RED 113/Javier Magaña
Morelia, Michoacán.- 29 de abril de 2017.- Este sábado la afición de Monarcas comenzó con una
misa en el templo de La Cruz para pedir la permanencia del equipo de La Fuerza
en la Liga MX y alguien contestó esa oración...
Se llama Raúl Ruidíaz, el campeón de goleo del año pasado, quien se despachó
con tres de los cuatro goles con que golearon a Pumas.
Horas antes de la hazaña
la afición se reunía en silencio y con incertidumbre en esas tiendas de
conveniencia qué tienen los colores oficiales del equipo, para comprar una
cerveza y calmar los nervios, luego subían a sus autos y se reunieron en el
coloso del Quinceo, donde la directiva se aseguraba de que los caminos de
acceso parecieran una marejada rojiamarilla, mediante el personal de seguridad
qué revisaba que no se portara ninguna playera que no fuera del equipo.
Ya en el interior, donde
todos, menos un pequeño grupo de descamisados que estaban junto a la puerta 8,
portaban los colores de La Fuerza, la atención se dividía entre el paso de las
edecanes en la cancha y los teléfonos móviles en las manos de los aficionados
que seguían en tiempo real el partido de Jaguares contra Santos. Fue un empate
que obligaba al Morelia a ir por la victoria.
La tensión alcanzó su
clímax al inicio del partido, nadie despegaba sus ojos de los 22 hombres en el
campo, quienes comenzaron titubeantes con despejes y pases cerrados, y fue
precisamente un error el que abrió la puerta para Monarcas, un balón enviado a
destiempo al arquero universitario, Alfredo Saldívar, quien fue presionado por
Ruidíaz.
El 9 de Monarcas robó el
balón y quedó frente a una portería vacía sin embargo la pierna del portero
universitario fue más rápida que el sonido de la palabra gol atrapada en las
gargantas de la afición y en cambio se escuchó el silbato del árbitro, quien
marcó penalti. Desde las gradas se pedía una roja para el arquero pero solo
hubo una amarilla, entonces todas las discusiones se concentraron en lo que
debía marcar el árbitro, pero en menos de un minuto después Raúl Ruidiaz las
acalló, marcando lo que más querían que se marcará, gol.
Tras el primer gol los
nervios disminuyeron en el equipo y la afición morelianos, mientras que los
errores continuaron en la zaga felina, que en el segundo tiempo no sabía qué
hacer para parar a Jefferson Cuero y a Andy Polo que les metió el segundo,
además de los balones que llegaban al 9 de la monarquía, quien acabó por
meterles 2 goles más.
