Punisher apuesta al autoanálisis
para mantener profundidad
RED 113 MICHOACÁN / Javier Magaña
Morelia, Mich.- 10 de febrero 2019.- La segunda temporada de Punisher volvió y estuvo a la
altura de las expectativas aunque con un camino más incierto.
La historia comienza con
un Frank Castle (Jon Bernthal) alejado del conflicto que lo convirtió en
Punisher y comenzando desde cero como un viajero con el nombre de Pete Castiglione
que asimiló desde la primera temporada cuando culminó con sus venganzas.
Dicho lo anterior no
tiene mucho sentido siga como un justiciero vengador a tal grado que se recurre
a la medida de la damisela en apuros, una adolescente perseguida por un grupo
de mercenarios, lo cual solo parece un pretexto para que se den secuencias de
acción de buena calidad y que el público piense que será una temporada de más
golpes y menos trama.
Sin embargo Billy Russo
(Ben Barnes) ha despertado y se dio a la fuga sin ánimos de vengarse de Castle,
puesto que no recuerda lo que ocurrió entre ellos después de haber sido
compañeros en el ejército.
Lo que se despierta es la
sed de venganza en otros personajes más inesperados como Dinah Madani (Amber
Rose Revah), la agente de Seguridad Nacional que fue atacada por Russo después
de sostener un romance con él.
Lo anterior genera que
Madani busque a Punisher para usarlo como un arma para atrapar a Russo, lo cual
terminará por hacer que Castle se pregunte si realmente es la necesidad de
venganza la que lo hizo así o su naturaleza la que lo hizo expresar de esa
manera su venganza.
En términos generales es
una serie que respeta la esencia de los personajes y mantiene grandes
secuencias de acción.