miércoles, 30 de septiembre de 2020

Tema: En cinco años levantamos a Michoacán de las ruinas: Silvano Aureoles

 



Tema: En cinco años levantamos a Michoacán de las ruinas: Silvano Aureoles




Morelia, Michoacán, A 30 de septiembre de 2020.- Estimadas michoacanas, estimados michoacanos, que me hacen el favor de acompañarme a través de las plataformas virtuales.

Quiero compartirles un mensaje, en el marco del quinto informe de gobierno que he presentado al Congreso del Estado, y que por primera vez no lo hago de manera personal, porque estamos en una circunstancia extraordinaria, y las restricciones sanitarias, nos obligan a adecuar el formato de esta presentación.

Sin embargo, mantengo la convicción, de que acudir al recinto legislativo es un ejercicio de rendición de cuentas, necesario para el diálogo democrático con quienes coinciden, con quienes cuestionan, y también con quienes no están de acuerdo.

Porque siempre he defendido la democracia, en todos los espacios de la vida pública y privada, y lo hago con más razón, desde que tengo el honor y el privilegio de encabezar el Gobierno de Michoacán.

La epidemia que enfrentamos ha sido un duro golpe para nuestro estado, para el país y para el mundo entero.

Expreso mis más sentidas condolencias y mi solidaridad, a las familias que han perdido algún ser querido, a causa de esta enfermedad. No hay palabras para aliviar el duelo, ni expresión que repare la pérdida.

Reconozco a quienes han hecho un esfuerzo extraordinario, para que Michoacán se mantenga de pie. Al personal médico que trabaja sin descanso, en la primera línea de atención, demostrando su vocación profesional y su vocación de vida.

Lo mismo para los trabajadores esenciales, que evitaron que las actividades económicas y sociales se colapsaran: a las y los policías, bomberos, personal de limpieza, trabajadoras y trabajadores en comercios de autoservicio, choferes del transporte público, y una gran cantidad de servidores públicos estatales, como municipales y federales.

A ellos y ellas nuestra gratitud, y nuestro reconocimiento. De corazón, muchas gracias.

Sin duda, mención especial merecen los ciudadanos que han perdido su empleo, o a quienes las circunstancias los llevaron a cerrar sus negocios: Ustedes, son y serán la prioridad, en los próximos 12 meses que restan de esta administración.

El Gobierno de Michoacán, está trabajando para que la actividad económica se reactive lo antes posible, y se haga en condiciones de seguridad sanitaria.

Nuestro reconocimiento también al sector empresarial, a los pequeños, medianos y grandes empleadores, que ante una situación tan crítica, mantuvieron los puestos de trabajo.

Los informes del Instituto Mexicano del Seguro Social, indican que, en los últimos dos meses, ya hemos recuperado una quinta parte de los empleos formales perdidos durante la epidemia.

Sin embargo, seguiremos poniendo todo el esfuerzo y dedicación, haciendo las cosas bien y haciendo cosas extraordinarias para recuperar muy pronto, todos los empleos perdidos.

La situación es compleja, pero no debemos caer en la desesperanza o en el pesimismo.

Aceleraremos el paso, para recuperar la actividad productiva del campo, nuevamente alcanzar el dinamismo del turismo, y la atracción de inversión pública y privada.

Mi motivación política, siempre ha sido la igualdad de derechos, libertades y de oportunidades para todas y todos.

He luchado por un país que reconozca el trabajo de todos, que nos permita elevar los salarios de los que menos ganan, y poder cerrar la brecha entre los que menos tienen y los que tienen más.

Considero que la polarización social, es cada vez más estéril. Ya no nos dice nada, si alguien se asume de izquierda o de derecha. Porque lo mismo, hay populistas y conservadores de izquierda que de derecha. Hoy en día, la única métrica de evaluación son los resultados, todo lo demás es demagogia, es autoengaño, y creerse uno su propia retórica.

Por eso, en este Gobierno quedaron fuera las recetas de administraciones anteriores, esas de prometer y apostar por lo inmediato, sólo para salir del paso que a la larga le han dejado muchos costos y daños a Michoacán.

Yo me propuse un Gobierno para construir el Michoacán que siempre visualicé. Un Estado justo, un estado digno de su historia y de su gente.

Esa fue mi apuesta; en esos campos damos la batalla todos los días, y hoy someto a su consideración, los resultados que hasta el momento hemos alcanzado.

Porque gobernar, ha significado cumplir una misión en la que hay que conciliar lo deseable, lo posible y las expectativas de la gente, con los recursos financieros y humanos, de los que dispone el Gobierno.

Por eso insisto e insistiré en el camino andado, porque tengo la tranquilidad, de que entregaré una administración más sólida, que se refleja en un Estado más fuerte del que yo recibí.

Al inicio de mi Gobierno, establecí tres rubros fundamentales sobre los que era urgente trabajar:

Primero, sanear las finanzas públicas del Gobierno del Estado.

Segundo, hacerle frente a la situación de inseguridad y violencia, que ha lastimado a nuestro estado.

Y tercero, trabajar para resolver de fondo, el problema político-educativo, que lleva más de 30 años estancado.

Sin embargo, a las pocas semanas de haber iniciado mi responsabilidad como Gobernador, me encontré con que los servicios de salud estaban en ruinas, completamente deshechos. En pocas palabras: recibimos al sector salud de Michoacán, como uno de los peores y más rezagados de México.

Todo lo que no debía hacerse, lo hicieron: los recursos se usaron para empezar centros de salud y hospitales que nunca se concluyeron; se gastaron recursos sin ningún fin específico; y se dieron plazas administrativas al por mayor.

Nos dejaron 42 centros de salud y 4 hospitales regionales inconclusos y abandonados. Por ejemplo, el hospital de Pátzcuaro estuvo cerrado más 5 años con todo y equipo dentro, casi se perdía, el de Cherán en obra negra, el de Zacapu en ruinas, o el de Lázaro Cárdenas, entre otros, mientras las comunidades de toda la región, sobrevivían sin servicios de salud. Gracias a que el Gobierno que yo encabezo los rescató, hoy dan más de 18 mil consultas y más de 12 mil hospitalizaciones al año, solamente de estos ejemplos.

Por si eso fuera poco, endeudaron al sistema de salud de todas las formas posibles, por un lado, se dejó de pagar a proveedores, y por otro, se crearon más de 5 mil plazas para tareas administrativas, sin que el Estado tuviera la fuente de financiamiento para pagar los salarios y prestaciones.

El personal de salud, doctoras, doctores, enfermeras y enfermeros, trabajaban por contratos que violaban sus derechos laborales, muchas y muchos dedicaron años de su vida profesional cobrando salarios inferiores, que no correspondían a su nivel de esfuerzo, a su formación profesional y a su responsabilidad asignada.

Para decirlo con mucha claridad, en salud se cometió un gran fraude, porque se desvió el dinero que llegaba de la Federación, para gestionar apoyos políticos. Se pagaba por medicamentos que nunca llegaron a los dispensarios, o estaban caducos, o se compraban hasta tres veces más caros de su precio real.

Por todo esto, desde el 2016, el Gobierno que yo encabezo, presentó una denuncia ante la Auditoría Superior de la Federación, para reportar miles de millones de pesos extraviados en el sector salud. Seguimos esperando la actuación de la Auditoría Superior de la Federación y nos diga qué pasó.

Tan sólo de año 2005 a 2015, se utilizaron en otros temas, más de 10 mil millones de pesos que eran para salud: ¡Por eso la ruina de los servicios de salud!

El abandono de décadas del sector salud y la corrupción, provocaron que los michoacanos se atendieran en hospitales deficientes, sucios, indignos, sin equipamiento básico; que evidentemente daban una mala atención para poder atender o curar sus enfermedades.

Tuvimos entonces que enfocarnos en este problema, y nos dedicamos de lleno a ordenar las finanzas de salud, a reconstruir, rescatar y rehabilitar, todos los centros de salud y hospitales del Estado.

Es la primera vez que Michoacán tiene todos sus centros de salud en condiciones dignas, en cuanto a la infraestructura física y tecnologías de la información. Por primera vez también, logramos acreditar el 100% de la atención primaria a la salud.

En total, mejoramos, reconstruimos, rehabilitamos, en una primera etapa, 430 centros de salud, 27 hospitales regionales, y concluimos las 46 obras que habían quedado en ruinas, en obra negra y abandonadas hasta por más de una década.

Además, fortalecimos la salud comunitaria, la atención primera mediante la dignificación de las casi 900 casas de salud, los convoyes de la salud y el trabajo coordinado con las auxiliares de salud, a las que les repusimos y reestablecimos el apoyo económico a través de un pago seguro con cheques no transferibles. Ordenamos este apoyo, porque se les enviaba en efectivo, y casi siempre en el camino se quedaban los pesos y los centavos.

Hemos concluido dos obras de mucha relevancia, que cambiarán la historia de la salud en el estado de Michoacán; la culminación de la construcción del Hospital Infantil de Morelia “Eva Sámano de López Mateos”, y el gran Hospital General de Morelia “Dr. Miguel Silva”. Ambos se empezaron a construir desde el año 2010, y al paso del tiempo los dejaron tirados, abandonados y sin continuidad.

El Gobierno que yo encabezo los recuperó, reinició los trabajos, y a través de la gestión y el ahorro, se han concluido y equipado. Hoy, con mucha satisfacción les anuncio que finalmente, y muy pronto, los abriremos al servicio de la salud de las michoacanas y los michoacanos.

Con la apertura de estos hospitales, echaremos a andar la primera Ciudad Salud en Michoacán. En un espacio donde más de 3 millones de michoacanos y michoacanas, que no tiene seguridad social, van a poder atenderse.

Pero lo más importante en este momento, es que con ellos, ampliaremos nuestras capacidades médicas y de infraestructura, con servicios de alta especialidad, y tendremos mayor capacidad para atender a enfermos de COVID-19.

También, con mucha satisfacción destaco que, en este año, logramos homologar el salario de trabajadores que antes se conocían como empleos precarios, incrementando hasta un 60% el salario de doctoras, doctores, enfermeros y enfermeras, que ganaban lo mismo desde hace 14 años, y les dimos, además, seguridad social, porque en el colmo de la incongruencia, precisamente los trabajadores de salud no tenían seguridad social.

Hoy las doctoras, doctores y todo el personal de salud, trabajan en lugares adecuados, y los pacientes son atendidos con dignidad y con profesionalismo.

Insisto: dignificamos la labor del personal médico, porque sólo reconociéndolo, podemos fortalecer al sector en beneficio de la salud de las michoacanas y los michoacanos.

Al iniciar el Gobierno, ordenamos el abasto de medicamentos, que no llegaba al 25%, de lo que establece el catálogo nacional, y hoy, con gran satisfacción les informo, que tenemos garantizado, en promedio, arriba del 90% de los medicamentos establecidos en el mismo catálogo. Además, hicimos un gran esfuerzo para tener abasto en medicamentos para atender a niños con cáncer; a pesar del desabasto nacional se canceló y se quitó el dinero que había para atender a los niños con cáncer, en Michoacán, hemos logrado blindar su tratamiento y el de todos los pacientes con cáncer.

Estamos trabajando para que al cierre de este Gobierno, se entregue el 100% de las medicinas que indica el protocolo médico.

Por otro lado, quiero destacar con orgullo, que somos el único estado del país con un centro de inteligencia en salud.

Esto nos permite tener un control en tiempo real sobre la situación sanitaria en todos los rincones de Michoacán. Recibimos información de inmediato y de todo tipo, desde el reporte de un accidente, hasta el seguimiento que damos hoy a los casos de COVID-19.

Pero lo más importante, es que todo esto se hizo sin contratar un centavo de deuda.

¿Cómo lo hicimos?, con mucho esfuerzo, sacrificio y disciplina, se logró además lo que parecía imposible: cerrar el déficit de casi mil 300 millones de pesos, para el pago de la nómina de salud, que no tenía fuente de financiamiento.

La clave ha sido y es ordenar las finanzas, terminar con el despilfarro del recurso, terminar con los aviadores con los sobre sueldos y una serie de fugas de dinero, reordenar prioridades, para poder invertir en infraestructura y personal médico.

De manera contundente, hoy en salud, estamos mucho mejor que hace cinco años. Pero no es hora de cantar victoria, porque la meta es un sistema que atienda la demanda de todos. Para ello, necesitamos mayor inversión, más médicos, doctoras, enfermeras, enfermeros, mejores salarios y más recursos para medicamentos y material de curación.

Sin embargo, sin todo el trabajo realizado por el Gobierno que yo encabezo durante estos años de los que hablo, estoy seguro que la epidemia de coronavirus, hubiera sido catastrófica, las cifras serían muy diferentes. Para acabar pronto, la situación se nos hubiera salido de control.

En una emergencia sanitaria, al Gobierno le toca informar, proteger y desplegar toda su capacidad para prevenir contagios, cuidar la salud, salvar vidas y mantener a salvo la situación financiera.

Afortunadamente en Michoacán, desde los primeros días, tomamos acciones inmediatas para disminuir al mínimo posible, los costos humanos de la epidemia.

Desde el inicio, asumimos nuestra responsabilidad como Gobierno, mejorando cada día en esta batalla.

En primer lugar, apostamos por una coordinación eficaz, entre las autoridades responsables de la salud.

Cada una de las decisiones adoptadas, siempre estuvieron basadas en el análisis y en el diálogo entre los especialistas, funcionarios y autoridades responsables, porque en una emergencia de este tipo, es una irresponsabilidad imperdonable improvisar, y poner en riesgo la salud y la vida de la población.

Apostamos a una estrategia de comunicación de riesgos oportuna y objetiva.

Durante el periodo que hemos padecido la epidemia, siempre le hemos hablado con oportunidad y calidad a la sociedad michoacana de manera transparente y clara, porque ante el tamaño del reto, cualquier información imprecisa, se traduce en confusión y en mayores riesgos.

Le dijimos a la gente cómo se manifiesta el virus, las formas de transmisión y de contagio en la población.

Tomamos medidas drásticas, seguramente algunas fueron incómodas para la sociedad, y poco populares para el Gobierno, pero lo hice pensando siempre en el interés superior, que es salvar la vida de las personas.

A través de esta estrategia, suspendimos temprana y oportunamente las clases presenciales, para evitar la propagación del virus en las escuelas, y el contagio entre niñas, niños, sus maestros y sobre todo sus papás y abuelos que en ocasiones son personas vulnerables.

Enseguida, decretamos el aislamiento y el uso obligatorio del cubrebocas, porque de acuerdo con los especialistas médicos, estas medidas son algunas de las más importantes para disminuir los contagios y la gravedad del contagio.

En segundo lugar, trabajamos con todos los sectores para la elaboración de protocolos sanitarios estrictos, y poder disminuir la propagación del virus, sobre todo para los sectores productivos, considerados como esenciales.

Iniciamos un intenso trabajo con presidentas y presidentes municipales y sus equipos de trabajo, para explicarles la magnitud del problema sanitario. Y cada municipio se organizó la tarea y función de los Comités Municipales de Salud.

A partir del 4 de marzo, instalamos el Comité Permanente de Seguridad en Salud en el Estado, y desplazamos las Unidades Móviles de Salud a municipios con mayor riesgo por contagios, para de esta manera hacer la contención necesaria.

Con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública, ubicamos puntos de control e información en los accesos al Estado, para informar a los visitantes y viajeros los riesgos, y las medidas necesarias para evitar contagiarse.

Para ello se instalaron operativos en las entradas carreteras, en donde participaron más de 600 elementos de la Policía Michoacán de la Secretaría de la Secretaría de Seguridad Pública.

En un acuerdo con las organizaciones del servicio de transporte público, reducimos a la mitad, el número de pasajeros, para también disminuir el riesgo de contagio. A todos ellos les entregamos paquetes de protección sanitaria y material informativo. A los amigos transportistas les agradezco todo su apoyo y su solidaridad.

En tercer lugar, hicimos lo necesario para proteger a nuestro personal médico. Dependemos de ellos, de su salud y de su capacidad de movilidad y de operación. Por ello, nuestro reconocimiento debe estar respaldado por hechos concretos.

Iniciamos la entrega de 80 mil uniformes para el personal en centros de salud y hospitales, y firmamos un convenio con el Holiday Inn para dar alojamiento a los médicos que atienden pacientes de COVID-19, ofreciéndoles un lugar de descanso seguro y protegerlos a ellos, a ellas, y a sus familias.

Liquidamos todos los adeudos con el IMSS y el ISSSTE, de tal forma que no fuera este un factor en contra de la coordinación, y las acciones conjuntas en el sector salud.

Finalmente y en cuarto lugar, tomamos medidas de alivio para las personas con mayor riesgo de vulnerabilidad, y para apoyar la economía de sus familias.

Así, implementamos un amplio programa de apoyos alimentarios para quienes se quedaron sin ingresos, para quienes resultaron contagiados de COVID-19 y para sectores vulnerables.

Esto implicó la inversión de recursos extraordinarios y todo un despliegue de nuestra capacidad institucional, empezando por la Policía Michoacán, que fue fundamental para hacer la entrega a cada familia. A la Secretaría de Seguridad Pública y a las compañeras y compañeros de la corporación, les agradezco y reconozco por su trabajo.

A todos los que han participado, a todas y todos, reitero mi reconocimiento entero empezando por el personal de salud que se la ha rifado con todo incluyendo el riesgo de su propia vida para hacerle frente a la contingencia sanitaria.

Con toda la información, el análisis y diálogo con los diversos sectores sociales y económicos, empezamos la reapertura, a partir del mes de junio, de manera ordenada y gradual, en los espacios públicos, negocios y empresas, con protocolos estrictos para cuidar la salud, al tiempo, que revitalizábamos la economía, siempre cuidando no incrementar los riesgos de contagios.

Para fortalecer las acciones de esta Nueva Convivencia, pusimos en marcha, el programa Guardianes de la Salud, empezando por los municipios con mayor riesgo de contagio donde se han disparado los números de contagios.

Con este programa se vigila el cumplimiento de las medidas sanitarias, en establecimientos y espacios públicos, en empresas, oficinas de gobierno, pero también se informa y reeduca a la población, para poder transitar en mejores condiciones a esta etapa crítica que nos ha tocado vivir. Mi reconocimiento sincero, a los guardianes de la salud, porque ha sido muy exitosa su misión.

En plena epidemia, también pusimos en marcha una estrategia de apoyo a las mypimes, y a todas las empresas establecidas en el Estado, independientemente de su giro, actividad productiva o su tamaño, para entregarles financiamiento o apoyos fiscales para subsidiar, el pago de impuestos por hospedaje y el impuesto sobre la nómina.

A todo negocio turístico que lo solicitó, se le regresó la totalidad del impuesto que pagó, buscando que las empresas mantuvieran las fuentes de empleo.

Así, el Gobierno asumió su rol para mantener la economía de pie, dando prioridad a proveedores y productores locales.

Por ello, con todo y la epidemia, los indicadores económicos en Michoacán no se han desplomado como ha ocurrido en otros estados y a nivel nacional. Esto se debe a dos elementos fundamentales:

El primero, es que durante estos cinco años hemos sentado las bases para que crezca el empleo, y en particular, el empleo formal. Dimos mayor confianza a las inversiones, apuntalamos sectores estratégicos, y realizamos inversiones en salud, educación y seguridad, con toda esta actividad se generaron empleos en los 113 municipios, al igual que el impulso a la obra pública, vialidades, calles y sobre todo obra de agua potable, saneamiento, carreteras y urbanas.

El segundo punto es que, previo al inicio de la epidemia y de la crisis económica, llevábamos un ritmo de casi 20 mil empleos formales nuevos por año, uno de los niveles más altos de los últimos 20 años de Michoacán.

Estamos totalmente decididos a no dar un paso atrás en los avances económicos logrados, en estos cinco años, porque cada nuevo empleo que se crea, significa la certidumbre y mejora económica para una familia, porque cada producto michoacano que se vende, significa mayor bienestar para los michoacanos, que están poniendo todo su esfuerzo en su negocio, en su empresa, en su huerta, en su taller, o en alguna actividad productiva a la que se dedican.

Por todo ello, mi más alto reconocimiento y gratitud a todos los sectores productivos, de manera especial, a los trabajadores del campo michoacano, que por mucho tiempo han sido el sustento y pilar de la economía del estado, y en medio de esta crisis sanitaria, nos vuelven a salvar.

Aquí destaco también el éxito que hemos tenido con un nuevo paradigma de producción agroalimentaria, a través del Programa de Agricultura Sustentable, porque mediante éste, apostamos por una producción que cuida los suelos, el agua, que cuida el medio ambiente en general, pero sobre todo que cuida la salud de los consumidores, la salud de los seres humanos.

También, no puedo dejar de expresar mi reconocimiento, el del Gobierno y seguro estoy el de la sociedad michoacana, a nuestras hermanas y hermanos migrantes, somos un estado binacional, y a pesar de que ustedes se fueron por dificultades económicas en la mayoría de los casos, no por gusto, sino obligados por las circunstancias, reconozco que nunca se olvidan de su tierra y de su gente, que siempre nos ayudan. Gracias queridos hermanos y hermanas por el apoyo que nos dan a pesar de que ustedes están del otro lado de la frontera.

En franca reciprocidad y reconocimiento, hemos puesto en marcha el programa más humanitario de Michoacán y de México, “Palomas Mensajeras”, a través de él hemos podido reunir a más de 10 mil familias que tenían hasta más de 30 años sin verse con sus familiares que radican en los Estados Unidos.

En estos cinco años, al igual que la salud, era urgente cambiar la manera cómo se venía enfrentando el problema también el problema de la inseguridad y violencia en Michoacán.

Es decir, así como estaba de complicado el tema de salud, el otro asunto urgente a atender me refiero a la seguridad y la violencia.

A nuestra llegada al gobierno, simplemente no existían instituciones ni policías adecuados, ni en número, ni en las capacidades necesarias, mucho menos en su equipamiento, o la infraestructura para enfrentar la violencia desmedida, la pérdida de vidas, el secuestro, el cobro de piso, las extorsiones y las amenazas, era una situación cotidiana.

Así, la situación era un caos, era insostenible.

La incertidumbre y la resignación, eran el pan amargo de cada día.

Por ello, transformamos drásticamente nuestras instituciones de seguridad y de procuración de justicia, así como su capacidad, y las condiciones laborales de quienes nos cuidan, me refiero a nuestros policías y a todo el personal que labora en esta importante tarea.

Aquí en el caso específico de seguridad pública, literalmente empezamos de cero. Iniciamos por mejorar el salario de todos los policías, desde un 50, hasta más del 100 por ciento.

Acabamos con el desorden de los 5 grupos policiales que existían, y asumían que ellos eran los responsables de la seguridad, cosa que evidentemente no sucedía, y creamos una sola corporación: la Policía Michoacán.

De mil 400 elementos, que yo recibió para cubrir los dos turnos en todo el territorio del Estado, en cinco años pasamos a más de 7 mil compañeros y compañeras policías, capacitados, bien formados y con el equipo necesario para cuidar el orden público y hacer cumplir la ley. Esto, también hay que reconocerlo, gracias al trabajo permanente de nuestro Instituto de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial.

En materia de infraestructura, para fortalecer esta tarea hemos construido 8 cuarteles regionales, esto permite que por primera vez, nuestros policías tengan un espacio digno donde descansar o y poder cumplir mejor con su trabajo.

Antes no había nada en las regiones. Cualquier incidente que sucediera fuera de la capital, la policía tenía que desplazarse desde Morelia, rentar autobuses y hoteles, o definitivamente quedarse a la intemperie, para poder cumplir con su tarea.

Hoy, tenemos infraestructura en prácticamente todas las regiones, y tenemos elementos suficientes de la Policía Michoacán en cada región, y no tenemos que trasladarlos desde Morelia, porque tenemos condiciones para trabajar desde las regiones.

Por cierto, hay que decirlo, nos falta todavía terminar este proyecto, nos faltan dos regiones por cubrir, Zamora y La Piedad, y espero que las circunstancias en los próximos meses mejoren, y antes de que concluya mi Gobierno, se pueda construir estos espacios e instalar la policía para cumplir con la tarea que le corresponde.

También hay más equipo. Por ejemplo, pasamos de 300 patrullas arruinadas, viejas e inservibles, a más de mil 300 patrullas equipadas, y adecuadas para la tarea policial en todo el Estado. Ampliando además nuestras capacidades institucionales a través de la Comisión de Honor y Justicia, que reconoce méritos, trayectoria, y permite ascensos y mejora salarial; creamos también como un paso muy importante, la división caminos de la policía estatal.

Y creamos también, con ese mismo espíritu de ampliar nuestras capacidades, la división de la policía ambiental que nos permite atender todo lo que sucede en este tema tan importante, en un estado tan diverso como lo es Michoacán; necesitamos proteger nuestros recursos naturales y proteger nuestro medio ambiente.

Además, hemos cambiamos de paradigma en la seguridad: hoy se privilegia la investigación y las labores de inteligencia, sobre la confrontación y el uso de la fuerza.

Para ello construimos el C5i, con la tecnología más avanzada, ubicado en la capital del estado, Morelia, pero interconectado a todas las regiones, a través de subcentros espejo de inteligencia, y aprovechando a las más de 6 mil cámaras de video-vigilancia y 55 arcos carreteros. Hace cinco años, no llegábamos ni a tener 100, teníamos 80 cámaras y ningún arco carretero servía.

Gracias a esta infraestructura, hoy podemos monitorear al mismo tiempo lo que sucede en el estado, lo que pasa en Sahuayo, Coalcomán o Huetamo, o en cualquiera de las regiones que compone la geografía Michoacana, y desde este Centro de Inteligencia coordinar las acciones para responder con oportunidad y capacidad a la delincuencia y a los generadores de violencia.

En seguridad, como en salud y finanzas, hemos ido por certificaciones que nos permitan saber dónde estamos parados, cómo estamos haciendo las cosas.

Este año obtuvimos la acreditación internacional CALEA, con ella sabemos que nuestros cuerpos estatales de seguridad, cumplen con los estándares internacionales de profesionalismo, de una formación adecuada y de poseer capacidades para cumplir con la misión de cuidarnos y protegernos.

La estrategia que seguimos en seguridad es la de un gobierno que atiende a su población, que no es omiso, que no es indolente frente a la tragedia y frente al miedo.

Ese sin duda será nuestro legado, será mi legado, porque dejaremos las bases en infraestructura, en formación y desarrollo de capacidades, en certificación de nuestros policías, así como el reforzamiento en las áreas de inteligencia, para que lo ocurrido en el pasado nunca más vuelva a suceder en Michoacán.

Aunque soy el primero en reconocer que falta mucho para que podamos vivir con la seguridad que merecemos los michoacanos, (porque no es un problema sólo de Michoacán, lamentablemente es un problema nacional, en donde Michoacán, como parte de la Federación, no puede escapar a esa realidad), pero tampoco se puede regatear que el Gobierno que yo encabezo fortaleció su infraestructura territorial, y amplió sus capacidades institucionales de las áreas de seguridad pública, y de procuración de justicia.

Aprovecho para agradecer y reconocer el apoyo y respaldo de nuestras fuerzas armadas, al Ejército Mexicano, la Marina Armada de México y la Guardia Nacional, a la Fiscalía General de la República, y a todos los integrantes de la mesa para la construcción de la paz, a todos compañeros mi más sincero y amplio reconocimiento y agradecimiento.

Hemos sido un Gobierno que demuestra sus convicciones de cambiar las cosas, poniendo el presupuesto, donde están las mayores preocupaciones de la gente.

Así es como hemos trabajado durante todos estos años.

Con la misma convicción, quiero destacar y reconocer que aún tenemos retos muy grandes por delante, como la violencia en contra de las mujeres. El hogar, la calle, el espacio público y de trabajo, siguen siendo espacios de riesgo, y de violencia contra las mujeres.

De esto nos han hecho consientes, especialmente, todo lo que han expresado el movimiento de las mujeres jóvenes en el estado y en todo el país, que han manifestado su legítimo hartazgo por la violencia feminicida, que lastima al país entero.

Se están manifestando, están luchando y están resistiendo: pero sobre todo, hay que decirlo, están cimbrando y están generando el cambio desde el enojo, y desde el dolor.

Michoacán, como el resto de los estados, no escapa a esta realidad, y ello se refleja en las muertes de muchas mujeres, muertes que dejan una herida muy profunda y que quizás nunca cierre.

El caso más reciente fue el cobarde y doloroso y condenable episodio, donde privaron de la vida a la joven Jessica González. Esto enlutó a su familia, a sus amigos, pero también enlutó a la sociedad michoacana.

Hoy lo repito, como se lo dije de manera personal a su familia, no descansaremos hasta que se haga justicia y pueden tener la certeza de que el caso no quedará impune, por la memoria de Jessica pero también por la memoria de todas las mujeres que han sido privadas de la vida, en manos de un feminicida. Cero tolerancia y cero impunidad.

Para atender este problema tan complejo, el que debemos reconocer que difícilmente los gobiernos podremos resolverlo solos; tenemos que convocar a todos los sectores de la sociedad, para replantearnos las políticas públicas aplicadas en materia de desarrollo social y humano, empezando por algo que estoy absolutamente convencido, la educación de nuestras niñas y niños, lo que implica reformas legales y reformas a los programas educativos, porque es allí donde vamos a poder formar y cultivar los ciudadanos conscientes que respetan los derechos de todos y especialmente a las mujeres.

Ante ello, se requiere una estrategia transversal, que dé como resultado una política pública robusta, para poder erradicar la discriminación y violencia. En medio de todo esto, preocupados y ocupados por la situación, desde el Gobierno que yo encabezo hemos impulsado áreas de procuración de justicia, que debe garantizar el castigo ejemplar, a la violencia de género, y cuidar la dignidad de las víctimas.

Hace 5 años escuchamos la demanda y el reclamo de los colectivos feministas, para solicitar la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género en el Estado. Esta demanda y exigencia la hice mía como gobernador, y así la presenté.

Con este motivo y con muchos elementos más, se empezó a generar el sistema de indicadores para medir el avance institucional en la materia. Destaco que hemos avanzado, y que hoy el Gobierno de Michoacán tiene un cumplimiento global del 88.8% de las recomendaciones contempladas en la alerta.

Empezamos por diseñar el primer mapa de zonas riesgo en todo el Estado, detectando las colonias más peligrosas para las mujeres en el territorio estatal, e incrementamos las medidas y protocolos de seguridad para las mujeres en riesgo.

Diseñamos una metodología, que midiera el avance del Estado y los Ayuntamientos en el cumplimiento de lo establecido en la Alerta; creamos las Unidades Especializadas para Prevenir y Atender la Violencia contra las Mujeres, y para el Combate del Feminicidio; y respaldamos y promovimos la iniciativa primero y luego Ley Olimpia para prevenir la violencia digital.

Para desplegar una verdadera política de Estado, instalamos Unidades de Igualdad Sustantiva en todas las dependencias de la Administración Pública Estatal; capacitamos a casi dos mil servidoras y servidores públicos en este tema; a casi 10 mil personas en materia de diversidad sexual y prevención de violencia en el noviazgo, en la prevención y control de la discriminación, entre otros muchos, usando todos los medios posibles, a través de campañas de difusión que ha emprendido el Gobierno del Estado.

Se han atendido a más de 4 mil mujeres, en el área jurídica y psicológica de la Secretaría de Igualdad Sustantiva, la mitad de ellas, tan solo en el periodo de aislamiento por COVID-19, situación ante la cual pudimos construir el primer protocolo específico de atención a las mujeres a nivel nacional y en el marco de esta crisis que estamos viviendo.

Estamos avanzando también, por el lado del empoderamiento económico, y el acceso a la salud de las mujeres. Destaco ampliamente el programa social más importante de este Gobierno, denominado Palabra de Mujer, que a la fecha ha entregado más de 150 mil créditos a mujeres de todas las edades, especialmente a madres solteras, jefas de familia y mujeres en vulnerabilidad.

Sin embargo, con estos avances no podemos echar campanas al vuelo, mientras siga existiendo violencia en contra de las mujeres, mientras la vida diaria les signifique peligro, no se habrá alcanzado ninguno de los objetivos a los que aspiramos como sociedad.

Señoras y señores, tenemos una deuda histórica, enorme y profunda, con las mujeres.

Es tarea de todos y todas, abonar a cerrar esa brecha. Estamos obligados a reeducarnos y repensar nuestros comportamientos públicos y privados, en nuestras instituciones públicas y privadas, y repensar nuestras convivencias públicas y privadas.

Mi Gobierno ha asumido ese compromiso y confío en que heredaremos un Estado más inclusivo, y justo para todos y todas.

Amigas, amigos,

Sin duda, empezar a ordenar Michoacán no ha sido un camino sencillo, ni condescendiente.

Cualquiera comprende que todos estos retos, habrían sido más sencillos de encauzar, y poder alcanzar más rápido las metas si el Estado hubiera gozado de finanzas sanas. Sin embargo, todo y mucho más de lo que les he compartido, se hizo en un escenario sumamente adverso para el Gobierno del Estado, porque teníamos que gobernar bajo la sombra de un estado en quiebra y asfixiado financieramente.

Para que hoy las calificadoras internacionales hayan pasado su calificación y la valoración de las finanzas del estado de negativas a estables, y después de estables a positivas y de alto valor crediticio, y para que la Secretaria de Hacienda y Crédito Público Federal nos mantenga en semáforo verde, tuvimos que hacer muchos ajustes y apretarnos mucho el cinturón. Esto lo hemos hecho desde el inicio del gobierno, aplicando un amplio y profundo plan de austeridad, mucho antes incluso, de que la llamada austeridad republicana se pusiera de moda.

Pero sobre todo, hemos buscado por todos los medios, alcanzar el equilibrio elemental para poder pagar la deuda institucional heredada y la deuda contingente que me dejaron. Juntas, sumaban mucho más de 30 mil millones de pesos, sólo de deuda contingente hablamos de casi 14 mil millones que había que pagar de deudas que ni si quiera se pudieron institucionalizar y que ya tenían mucho tiempo rezagadas.

Además, tan sólo el pago de altos intereses y ventajosas garantías, nos hubieran paralizado desde el día uno del Gobierno. Cargas como éstas, se le quitaron ya a las finanzas públicas estatales.

En medio de todo esto, no descuidamos la obra pública, ni los servicios, ni las áreas estratégicas; tan no lo descuidamos que en 5 años hemos construido más de 5 mil obras, entre escuelas, obras de agua potable, saneamiento, arreglo de caminos, centros de salud, y muchas otras más.

Les puedo asegurar, que no hay un solo municipio en todo el territorio de Michoacán, que no haya sido beneficiado con una obra importante del gobierno del estado; porque logramos hacer dos obras por día, los 365 días del año.

De la misma forma, y a pesar de las dificultades económicas de la crisis, no hemos dejado de atender temas tan importantes como la promoción y vinculación cultural, en medio de la epidemia hemos innovado y creado nuevas formas para que los niños, jóvenes y familias sigan teniendo acceso a eventos virtuales, y así no dejar de difundir y enriquecer nuestra riqueza cultural a través de muchos mecanismos, conciertos virtuales, diversos eventos realizados por la Secretaría de Cultura y con ello no dejar de difundir y poder seguir enriqueciendo nuestra gran riqueza natural.

Amigos y amigas.

En estos cinco años, nuestra misión ha sido garantizar un trato digno y respetuoso a todas las personas, independientemente de su condición social o económica, de su postura ideológica, de sus preferencias sexuales, de sus creencias, respetar la igualdad ante la ley, y asegurar la igualdad en el acceso a las oportunidades para todas y todos.

Encabezo el Gobierno con la convicción de que otro Michoacán es posible, que se logra con el trabajo cotidiano, escuchándonos, reconociendo a todos y sumando, porque estoy absolutamente convencido que en la democracia, escucharnos hace la fuerza.

El reto de cambiar, para bien, la vida de miles de personas, sin duda que es una responsabilidad enorme, una tarea nada sencilla, sin embargo, cuando lo haces con convicción y compromiso, es altamente gratificante.

Tengo claro que defender un legado es más que defender un nombre: se trata de heredar a generaciones futuras, un conjunto de proyectos en marcha y de bases sólidas, que pueden determinar su vida para bien y para siempre.

Mi objetivo como gobernador, es que el día de mañana, podamos reconocer con orgullo el gran esfuerzo realizado y los michoacanos puedan ver el futuro con esperanza, sin dejar de lado que nos ha tocado vivir la peor crisis de salud y la peor crisis económica que México haya tenido jamás.

Mientras tanto, compañeros y compañeras, habrá que trabajar duro, cada quien, desde su trinchera, para superar los problemas económicos que enfrentamos.

Hay que pensar siempre en los que menos tienen, porque superar la pobreza y la desigualdad, es la única forma de lograr un desarrollo justo, equitativo y duradero para todas y todos.

Aquí, nadie puede pasar por alto que en Michoacán, los gobiernos se aprovecharon de la pobreza con fines político-electorales, y en consecuencia, se hizo poco para ayudar a la gente a salir de esa condición. Más bien, esa condición les beneficiaba.

Al final del día, la historia es la que nos juzgará. Hoy Michoacán no ha superado todos sus problemas y retos, sería falso afirmarlo, pero estoy convencido de que hay muchas cosas que hemos hecho muy bien, y que las hemos hecho pensando en el bienestar superior de los michoacanos y michoacanas.

He guiado mi Gobierno con la convicción de que toda michoacana y todo michoacano, merecen ser tratados con dignidad y respeto.

Estoy consciente de que una buena parte de la preocupación de la gente está en la epidemia, pero más aún, en la crisis económica que estamos viviendo.

Quiero decirles con mucha franqueza y sin triunfalismo, que con lo realizado estos últimos cinco años, no sólo levantamos a Michoacán de las ruinas, los pasos que dimos en salud, educación, finanzas, y la mejora real en nuestras instituciones de seguridad, nos permitirán seguir enfrentado con éxito, y con mucha dignidad, esta doble crisis.

Para nosotros, para el Gobierno de Michoacán y para mí, la tragedia no ha sido un anillo al dedo, al contrario, es un reto enorme frente al que seguimos luchando a diario.

De ninguna manera nos echaremos para atrás, ni dejaremos a la gente a su suerte.

En reiteradas ocasiones, he solicitado al Gobierno Federal que se entreguen los recursos necesarios, a los que tienen derecho las michoacanas y michoacanos. Los que nos corresponden a los michoacanos y michoacanas, ni más ni menos.

Por eso, hoy quiero insistir y dejar muy claro, que contrario a versiones que se quieren imponer: por primera vez en muchos años, las cuentas del Estado son claras y estables, y cada peso gastado tiene su justificación y la plena garantía de que se utiliza en beneficio de la gente.

Dicho lo anterior, quiero cerrar este mensaje con un merecido reconocimiento a todo el pueblo de Michoacán.

Pueblo de Michoacán, gracias, de verdad muchas gracias.

Estoy orgulloso de toda la solidaridad, arrojo y compromiso mostrado por nuestra gente en estos meses difíciles que nos ha tocado vivir.

Como michoacano, es un honor afrontar al lado de ustedes este momento de adversidad, sabiendo, que nada nos impedirá seguir trabajando, no solo para resistir y mantenernos de pie, sino para labrar un futuro mejor, para nosotros y las generaciones venideras.

Los michoacanos siempre y hemos tenido el valor necesario para superar la adversidad, poseemos la fuerza, la creatividad, y el ingenio para siempre salir adelante.

En pocas palabras, tenemos el corazón, y todo lo que se necesita para lograrlo, y exigir que se nos trate como un Estado soberano, y como un Estado de trascendencia histórica en el México de ayer y de hoy. Y seguramente lo vamos a seguir siendo en el futuro.

A nadie se le debe olvidar que Michoacán, es una tierra de cultura, de fortaleza, de pluralidad, de grandes mujeres, y de grandes hombres.

Somos el estado que recibe a cientos de miles de turistas, y admira y reconoce a miles de nuestros paisanos migrantes. Es el campo más productivo. Somos la cuna y vanguardia del cambio democrático nacional, somos punta de lanza en los cambios nacionales y de transición del país, por ello, Michoacán es la casa de la democracia.

Michoacán se merece un futuro mejor que su pasado. Ese es mi compromiso, y ese va a ser mi legado.

Queda un año para concretar algunos pendientes. He cumplido mi palabra, para honrar la confianza que depositaron en mí muchos ciudadanos, a través de su voto.

Vamos a seguir avanzando de prisa, junto con mi equipo de trabajo a quien agradezco sinceramente, a todas y todos mis compañeros funcionarios, secretarios, y encargados de todas las áreas de trabajo, les agradezco mucho, pero sé que vamos a avanzar de prisa para entregar los resultados comprometidos en esta etapa que nos falta.

Estoy seguro, de que el próximo año, entregaremos con orgullo, un estado mejor y un estado con la esperanza puesta en el futuro.

Muchísimas gracias a los que hicieron el favor de escucharme.

 

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