MORELIA 22/10/20
Día de Asueto
Top Ten de los “Morenos” más tóxicos de Michoacán (o como cuando al delegado de Sedatu se le olvida que es servidor público y no porrista de partido político)
Por: Rosamaría Sánchez Rincón
Morelia, Michoacán, a 22 de octubre de 2020.- Hoy mi Lupe ha
sido vulgarmente insana. Mi Gurvī (femenino de Gurú) de la doñez perdió los
estribos y en su dramática obertura musical le dio en la maus a un viejo traste
de vidrio más agujerado que el queso Le Gruyère.
Cuando supe el origen de tal capricho, pasé del enojo a la
solidaridad (ya no le voy a descontar de su sueldo el traste quebrado). No
podía creer el texto que el que se dice delegado de la Sedatu en Michoacán,
Miguel Ángel Sandoval Rodríguez, posteó en su página del face en contra del que
fuera Ombudsman Víctor Manuel Serrato Lozano, aspirante declarado a la
candidatura de Morena a la gubernatura del Estado.
No me extraña el pobre y accidentado lenguaje de Sandoval
Rodríguez en contra de Serrato (qué limitado léxico en ese y todos sus
posteos). Tampoco su visceral ataque al Papusho de mi Lupe y a otros
personajes, incluido el ombudsman. Menos aún sus afirmaciones que rayan en la
ilegalidad, al acusar sin pruebas, cual ministerio público de rancho al que no
ha llegado el tan odiado Nuevo Sistema de Justicia Penal.
Lo que sí me parece preocupante, es ese afán tóxico de los
morenos que hoy gozan de un cargo público, (más aún cuando NO es de elección
popular), de atacar y atacar y atacar a los gobiernos, personas o cualquier
otro ajeno que le represente alguna competencia o riesgo, mezclando temas
partidistas y políticos con su función pública para justificar la pobreza de
sus propios actos, como ha ocurrido en los señalamientos a Serrato Lozano, cuyo
único pecado ha sido expresar sus ganas de dirigir los rumbos de Michoacán.
Miguel Ángel Sandoval agarró el tema de los hechos ocurridos
en Arantepacua en el 2017, para “evidenciar” al “pretendiente impúdico a la
candidatura de Morena al gobierno de Michoacán”, de quien dijo que como
presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, no hizo nada y, al
contrario, fue “solapador” del Papusho y de otros. ¡Cuánta ignorancia en seis
líneas de texto!
Pa´ empezar mi no estimado Miguel Ángel, ¡hay que lers!,
créame que eso sí quita si no lo penitente, sí la ignorancia. En abril del
2017, fue noticia nacional que el caso fue atraído el mismo día de los hechos
por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por su trascendencia y debido
a la participación de elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Federal
en el lamentable evento -expediente por cierto que aún no se digna resolver
Rosario Piedra de Ibarra, quien hace ya casi un año que llegó a la silla de la
Presidencia de la CNDH-.
También, si el hombre leyera tantito y siguiera la historia
periodística del expresidente de la CEDH en Michoacán, sabría que su actuar ha
sido una piedrita en el zapato del Papusho del Oriente. Señalando y criticando
(con varias cosas no he estado de acuerdo, la neta, pero de que hizo sus
señalamientos, los hizo). Incluso, en el tema de Arantepacua, Serrato Lozano
fue quién inicio de oficio esa queja, ahí están los medios de mudos testigos;
que ya luego la agandalló la CNDH, es aparte.
Por cierto, y hablando de Arantepacua, como delegado de la
Sedatu -no pongo el nombre completo de la dependencia, porque neta, me da
flojerita-, don Miguel Ángel tiene a su cargo diversos programas federales,
como el de Regeneración de Vivienda Abandonada o el Rezago en la Resolución de
Conflictos Agrarios, problemas como los que precisamente tienen a Arantepacua y
a otras comunidades como Cherán, en un pleito interno constante.
Lo más importante que se le ha olvidado al flamante
delegado, es que cuando una persona -hombre, mujer o quimera-, arriba a un
puesto de ese tamaño, el amor al partido se guarda en el cajón más escondido
del clóset y se convierte en una persona universal, donde su única función es
esa: servir.
Los ataques políticos son para los que se quedan fuera de
las estructuras, los que no reciben un sueldo del erario público, como no es el
caso.
A Don Miguelito también se le olvidó que cuando se mama de
la misma ubre, los “trapos sucios” se lavan en casa. Cada partido político
tiene un área específica para recibir y procesar inquietudes e inconformidades
de sus miembros. Sí, neta, aunque en Morena no lo parezca, ahora es común el
canibalismo tóxico como el que practica el novel delegado.
Seguir la premisa que ha marcado don Pejexito, dirigiéndose
de manera peyorativa a quienes no le caen bien, ofendiendo y perjurando, no es
la mejor forma de hacer gobierno, que voltee a ver a Chihuahua e Hidalgo, por
si le caben dudas.
La cereza del pastel de don Miguel Ángel: la boca suelta que
se paga en caja aparte y en efectivo, una donde atiende un Ministerio Público
por cierto, se llama Delito de Ataques al Honor, previsto y sancionado hasta
por 5 años de prisión conforme al artículo 192 del Código Penal de Michoacán,
as