MORELIA 16/11/20
Columna: La batalla por el maíz en la 4T
Segunda y última parte.
RED 113/Por Roberto Pantoja Arzola
Morelia, Mich.- 16 de noviembre de 2020.- El dogma
neoliberal de sujetar toda actividad humana, y fundamentalmente la actividad
económica, al simple cálculo de las razones costo – beneficio, ha derivado al
abandono de concepciones holísticas en el abordaje de las problemáticas
sociales. En México, el reacomodo de la producción rural que trajo el
neoliberalismo ha desincentivado la producción de maíz y de otros granos
básicos y, bajo el principio de las ventajas comparativas, se ha tratado de
orientar el camino de la agricultura mexicana hacia la producción de cultivos
más competitivos en el mercado internacional.
Las asimetrías con las que el sector rural mexicano
se integró al TLCAN, han marcado el rumbo del empobrecimiento de los
productores del campo. Mientras que, en México de 1997 a 2001, el valor bruto
de la producción por trabajador rural era en promedio de 3 mil 700 dólares, el
de los Estados Unidos era de 67 mil 800 dólares. En ese mismo período, el uso
de fertilizantes por trabajador agrícola en México era de 209 kilos, mientras
que en Estados Unidos era de 6 mil kilos. Esto deriva en una brecha de
rendimientos que tuvo a nuestro país produciendo 2.4 toneladas de maíz por
hectárea cultivada, en tanto que en Estados Unidos este promedio era de 8.4 toneladas.
Estas condiciones diferenciadas provocaron el
abandono paulatino de miles de campesinos de la producción de granos como el
maíz. Tan solo en Michoacán la superficie sembrada del mismo, pasó de casi 536
mil hectáreas en 1981 a 441 mil en 2019, significando esto una reducción del 18
por ciento.
El cambio en el paradigma económico que ha
significado la Cuarta Transformación implica la sustitución paulatina de los
dogmáticos análisis economicistas por la recuperación del concepto de soberanía
alimentaria. Para resarcir el rezago y abandono al que fueron sometidos los
productores de granos, fundamentalmente de maíz, el gobierno del presidente
López Obrador ha trazado un esquema integral de apoyos que busca atender tres
carencias básicas de los productores: insumos, fertilizantes y precios
competitivos de sus productos.
Para el apoyo a la compra de insumos, maquinaria,
equipo, implementos y combustibles; el gobierno de México instrumentó el
programa de Producción para el Bienestar que se entrega de forma directa a los
productores antes de la siembra y que hasta el momento ha llegado a 2.2
millones de campesinos en todo el país beneficiando en Michoacán a casi 100 mil
productores de granos fundamentalmente.
En lo que hace al respaldo de fertilizantes, el
gobierno de la 4T está implementando el Programa Fertilizantes para el
Bienestar con el que se entregan paquetes de hasta 600 kilogramos del insumo
por productor y que hasta el momento opera en Guerrero, Morelos, Puebla,
Tlaxcala y el Estado de México. Vale decir que Michoacán se incorporará en 2021
a este esquema de apoyos
Finalmente, con el programa de Precios de Garantía
se pretende incrementar los ingresos de los pequeños productores agropecuarios
y estimular la producción nacional de granos. En el caso del maíz blanco, el
precio garantizado por el gobierno mexicano al productor es de 5 mil 610 pesos
por tonelada, más 150 pesos para flete por tonelada. Para el presente ciclo
agrícola, en Michoacán se tiene una meta estimada de acopio de 100 mil toneladas,
lo que significaría en promedio apoyar a 20 mil productores y una derrama de
100 millones de pesos.
Dignificar la calidad de vida de los productores de
maíz y en general a los campesinos, será una tarea que implica acciones
integrales y de fondo: significará hacerlos agentes de cambio, protagonistas de
su realidad, y para ello habrá que empoderarlos y dotarles de herramientas
económicas y políticas que reestablezcan su condición de ciudadanos.
El Autor, Roberto Pantoja Arzola es Maestro en
Docencia e Investigación por la Universidad Santander y Licenciado en Derecho
por la UMSNH. Fue fundador de Morena en Michoacán y dirigente en el estado del
mismo, actualmente se desempeña como Delegado Estatal de Programas para el
Bienestar del Gobierno de México.