COLUMNA MORELIA 28/01/2021
Ágora
Gobernantes omisos ante el COVID-19
Jaime Martínez Ochoa/Red 113
Morelia, Mich.- 28 de enero de 2021.-¿Qué tienen en
común Bolsonaro, Trump (en su momento), Boris Johnson, Andrés Manuel López
Obrador y, en nuestro ámbito cercano, el edil de Morelia, Raúl Morón? Algo muy
simple: los cinco han coincidido en subestimar los efectos de la epidemia del
COVID-19, negándose a tomar medidas de fondo para prevenirla y combatirla.
En un primer punto, la excusa ha sido económica:
temeroso de un desplome financiero, los gobernantes han preferido sacrificar la
salud de los ciudadanos, antes que afectar las ganancias de los sectores
productivos. Este es el caso de la mayoría, pero especialmente de AMLO, quien
no ha implementando ningún programa de apoyo a los mexicanos en situación
desfavorable.
El otro punto es electoral: frente al natural
rechazo de inmensas mayorías a las restricciones y confinamientos, han
preferido asumir una actitud pasiva antes que activa. Esto se observa sobre
todo en el caso del alcalde moreliano, quien prácticamente ha supeditado todos
sus programas de gobierno al rendimiento político.
La consecuencia de todo lo anterior es un
crecimiento inusitado en el número de decesos y casos positivos, que si bien es
factible achacar a los ciudadanos, también es responsabilidad de las
autoridades, pues no han sido capaces de instrumentar políticas efectivas para
contrarrestar los efectos de la enfermedad.
De hecho, en gran medida las acciones de estos
gobernantes, ha sido más bien un factor de riesgo, pues muchas de sus actitudes
han sido una clara guía para las autoridades de sus partidos y sus miles de
seguidores, quienes han visto en su negligencia un ejemplo a imitar.
Pensemos en algo tan simple pero efectivo como el
uso del cubrebocas. Bolsonaro, Trump, en su momento, Johnson y el mismo AMLO,
han sido los principales jefes de estado que han minimizado su uso, sin decir
claramente por qué su negativa a usarlo. También forman parte de las filas de
los gobernantes que se han enfermado.
Sólo esto basta para meter a estos jefes de estado
en el club de los irresponsables, pues han hecho de prejuicios personales una
política de estado catastrófica, que ha alentado a la irresponsabilidad de
muchos ciudadanos, incrementando las cifras negras del COVID-19.
Por ello, estos gobernantes les han fallado a sus
poblaciones, ya que antes que atender con prontitud un problema severo, han
dejado que las cosas se arreglen por sí mismas o que cada quien la arregle como
pueda.
Antes que un posible costo político, antes que
perder popularidad, han preferido optar por una estrategia de distracción,
confiando en que el ciudadano, corto de memoria, pronto se olvide de esta
negligencia.
Hoy en día seguimos estando en una situación desfavorable: las cifras, en lugar de disminuir, siguen en aumento, con todas las afectaciones que ello conlleva. Y esto, en parte, se debe a estos gobernantes omisos e indiferentes. Ahora lo más seguro, dirían algunos, es que venga lo peor.