COLUMNA MORELIA 06/01/21
Ágora
Morena ya perdió el primer ataque
Jaime Martínez Ochoa/Red 113
Morelia, Mich.- 6 de enero de 2021.- Uno de los
datos más anecdóticos de la designación de Raúl Morón como precandidato de
Morena al Gobierno del estado es que ni siquiera el alcalde capitalino sabe por
qué fue él el elegido. Lo mismo puede decir Cristóbal Arias, aunque en sentido
negativo: No sabe por qué al final le retiraron la nominación, cuando no sólo
ya sentía que la tenía en el bolsillo, sino que se comportaba como gobernador.
Uno y otro fueron sorprendidos por una decisión
tomada desde lo alto y si bien para uno la sorpresa fue digna de festejo, para
el otro fue tan amarga y decepcionante que ya anda haciendo arreglos con otros
partidos para no abandonar el anhelo de la gubernatura.
Lo anterior nos habla no sólo del desaseo con que se
ha conducido la dirigencia nacional de Morena, tan expedida a la hora de
repetir aquello que criticaba en otros partidos: el dedazo, los arreglos en lo
oscurito y la intromisión de intereses ajenos al propio partido. Habla también
de una manera turbia de hacer las cosas, donde poco importa el respeto a la
militancia o los procedimientos que ellos mismos han inventado para legitimar
sus candidaturas, como las famosas encuestas.
Por ello, la división que se anticipa en Morena ya
ha empezado a minar las fuerzas de ese instituto, con los diferentes liderazgos
entorpeciendo la designación de Raúl Morón y prefigurando un voto dividido que
sin duda le restará posibilidades de ganar al candidato del partido guinda.
Aunque algunos de estos liderazgos son menores y sólo tienen a su favor la
estridencia verbal, tampoco se trata de minimizar a nadie.
Dice el refrán que mal empieza la semana para quien
ahorcan en lunes y tal parece que es lo que ha ocurrido con Morena, que empieza
de mala manera su trabajo en busca del gobierno del estado, pues las divisiones
no anticipan una campaña sólida y cohesionada, que logre aglutinar a todas las
fuerzas disidentes.
Es verdad, la influencia del presidente López
Obrador es demasiado grande como para no buscar refugio en ella, pero basar un
proyecto de trabajo en una figura tan elusiva como la del ejecutivo federal no
es una buena idea, pues lo que es positivo en algún momento se puede volver
negativo y más que un valor puede convertirse en una carga.
El camino de Morón hacia la gubernatura parece
complicarse ya desde este momento, en principio por el adversario que tendrá
enfrente, Carlos Herrera, quien se ve más fortalecido, pero también porque
tendrá en las filas de su propio partido a sus peores enemigos, que no sólo
buscarán boicotear sus actos de campaña, sino que ya empiezan a agitar el fuego
amigo y la guerra sucia.
Se dice que en la guerra, el amor y la política todo
se vale, pero quién sabe si ganar una nominación de esta manera no resulte al
final contraproducente.
Por lo pronto, Morena ya perdió el primer ataque.