Democracia es un bien común y no debe ser rehén de nadie: Mónica Valdez

 Democracia es un bien común y no debe ser rehén de nadie: Mónica Valdez 

-Recordó del riesgo de regresión antidemocrática que hoy se ciñe sobre México con la reforma electoral que impulsa el presidente

La democracia es un bien común y no debe convertirse en rehén de nadie, por lo que en estos momentos en que se encuentra en riesgo es necesario alzar la voz, y salir a las calles en su defensa, recalcó la diputada Mónica Valdez Pulido, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.

La diputada por el Distrito de Zacapu recordó del riesgo de regresión antidemocrática que hoy se ciñe sobre México con la reforma electoral que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus incondicionales, con la intención de destruir al Instituto Nacional Electoral y los organismos electorales en los 32 estados de la República.

“La voracidad por mantener el poder a costa de lo que sea, hoy se evidencia con una pretendida reforma electoral que busca la alineación de las autoridades electorales a la voluntad del gobierno, eso ¡no lo podemos permitir!”.

Mónica Valdez apuntó que la movilización nacional que hoy se registró en múltiples lugares del país en defensa de la democracia y del Instituto Nacional Electoral (INE), es muestra de las miles de voces que en México se oponen al autoritarismo que se busca instaurar en el país para que la toma de decisiones radique en la voluntad de una sola persona.

“La construcción de nuestras reglas democráticas, de lo que hoy es el Instituto Nacional Electoral, de una competencia equitativa y con controles claros para garantizar la participación por igual de los contendientes, llevó décadas de esfuerzo, y aún y cuando es perfectible, resulta inconcebible que se pretenda destruir de un solo plumazo”.

Recodó que México es un país plural, y que es aberrante retornar al sistema único de partidos que tantas vidas costaron, que suprimía las voluntades y la posibilidad de disentir, que carecía de controles y operaba a capricho del titular del Ejecutivo Federal.