LÁZARO
CÁRDENAS 19/06/25
Aunque
degradado, “Erick” mantiene en vilo a Guerrero, Oaxaca y el Pacífico
RED 113
MICHOACÁN/Redacción
Lázaro
Cárdenas, Mich.- 19 de junio de 2025.-
Durante este jueves el Pacífico mexicano fue sacudido por la fuerza devastadora
de “Erick”, un huracán categoría 3 que impactó la costa sur con vientos que
superaron los 200 kilómetros por hora. Pero, como todo coloso tropical, su
energía no fue eterna. Con el paso de las horas, se fue debilitando, primero a
categoría 1 y finalmente a depresión tropical. Aun así, las autoridades
insisten: la amenaza no ha desaparecido.
El
fenómeno meteorológico tocó tierra en Pinotepa Nacional, Oaxaca, dejando una
huella de temor más que de destrucción. Aunque no se han reportado víctimas
fatales, el ruido de los techos de lámina alzados por el viento, los árboles
caídos y los ríos que comienzan a crecer son recordatorios de que la calma
todavía no llega del todo.
En
Guerrero, especialmente en la región de la Costa Chica, las lluvias continúan
cayendo con intensidad, alimentando el riesgo de deslaves y afectaciones
carreteras.
Por la
mañana, el Servicio Meteorológico Nacional comenzó a registrar una disminución
en la fuerza de “Erick”. Para la tarde, ya se había confirmado su degradación a
depresión tropical. En ese momento, su centro se ubicaba sobre tierra firme, al
noroeste de Punta Maldonado, con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora
y ráfagas que rozaban los 165. Aunque su velocidad de traslación era moderada,
sus remanentes seguían siendo peligrosos.
El
impacto, sin embargo, no se mide sólo por su fuerza sino por lo que deja en el
ánimo colectivo. En comunidades costeras como Marquelia, Cuajinicuilapa y las
inmediaciones de Ometepec, las familias pasaron la noche en vela. Algunas se
refugiaron en albergues; otras resistieron desde sus hogares, rodeadas de
plásticos, veladoras y radios de pilas.
Protección
Civil ha insistido en que, aunque “Erick” ya no conserva la potencia
destructiva de las primeras horas, su capacidad de generar daños sigue latente.
Se mantienen en alerta las zonas montañosas de Guerrero y Oaxaca, donde los
suelos saturados podrían colapsar en cualquier momento.
También se
pide a la población no confiarse ante la aparente calma, pues las bandas
nubosas del ciclón todavía pueden provocar lluvias torrenciales y rachas de
viento impredecibles.
En medio
de la incertidumbre, algo parece claro: el sistema tropical “Erick” no será
recordado por su devastación masiva, sino por su furia contenida, su paso
inquietante y el recordatorio de que el Pacífico mexicano sigue siendo una
región expuesta a los caprichos de la naturaleza. La temporada apenas comienza,
y este fue solo un primer aviso.