JIQUILPAN
22/09/25
Crónica|
El celular del secretario de Jiquilpan y la sombra del “Ejército Purépecha”
+ Ex
funcionario fue vinculado a proceso
RED 113
MICHOACÁN/Redacción
Jiquilpan,
Mich.- 22 de septiembre de 2025.-
El caso del ex secretario del Ayuntamiento de Jiquilpan, Luis Ángel
"N", detenido por su presunta participación en la fabricación y
difusión de videos del autodenominado “Ejército Purépecha”, sigue escribiéndose
con capítulos que revelan la magnitud del escándalo.
Carlos
Torres Piña, fiscal de Michoacán, confirmó que el teléfono celular del
funcionario fue la pieza clave. Desde ahí se grababan y subían a la página los
videos que, durante días, alimentaron la narrativa de un supuesto grupo armado
indígena.
Ese
aparato, ahora en poder de las autoridades, es el centro de las investigaciones
que corren en paralelo entre la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía
General de la República.
Mientras
tanto, el ex funcionario permanece bajo prisión preventiva. El juez calificó de
legal su detención y se le imputan los delitos de cohecho y rebelión. La
defensa solicitó la duplicidad del término constitucional, que venció este
lunes y ahora ha sido vinculado a proceso.
El fiscal
Torres Piña aseguró que hay una vigilancia constante, tanto por personal de la
institución que dirige como por elementos de Seguridad Pública, para garantizar
que el detenido esté en condiciones de enfrentar las entrevistas y diligencias
que se le practicarán.
El
trasfondo, sin embargo, es más profundo, un Ayuntamiento con vínculos
criminales, una puesta en escena que usurpó la identidad de los pueblos
originarios y un intento de sembrar miedo bajo una bandera falsa.
Apenas
días atrás, la detención de Luis Ángel derivó en un episodio insólito: tres
hombres armados irrumpieron en una patrulla clonada con colores de la Policía
Municipal, intentando rescatarlo. No lo lograron y hoy también enfrentan
procesos legales por portación de armas y por conducir un vehículo robado.
El
gobernador Alfredo Ramírez Bedolla no dejó lugar a dudas: “Se trataba de una
maniobra de manipulación mediática. Yo lo dije desde un principio: no eran
auténticos, era una usurpación. No habrá impunidad”.
Así, la
crónica de Jiquilpan retrata una caída abrupta, de la silla del segundo cargo
más importante del Ayuntamiento, a la celda de un penal bajo la sospecha de
haber alimentado una farsa criminal.