viernes, 19 de septiembre de 2025

Indicaciones Geográficas y economía solidaria en Michoacán

 Indicaciones Geográficas y economía solidaria en Michoacán



Por: Alejandro Martínez Castañeda


Las Indicaciones Geográficas (IG) son denominaciones que identifican productos originarios de una región, lugar o país específico, cuya calidad, reputación u otras características están ligadas de manera directa a su entorno geográfico. Factores naturales —como el clima o el suelo—, junto con elementos humanos —como las técnicas tradicionales o la cultura—, hacen que estos bienes sean únicos e irrepetibles.


En México, y particularmente en Michoacán, las IG representan una herramienta estratégica para proteger el patrimonio cultural e impulsar el desarrollo local y la Economía Solidaria (ES). Expertos coinciden en que las IG aportan valor agregado a los productos tradicionales y artesanales, al tiempo que fomentan la cooperación entre productores y comunidades. Este reconocimiento no solo preserva la identidad de los bienes, sino que también garantiza precios justos, fortalece la formalidad y respalda a pequeños productores, artesanos y cooperativas, que son los pilares de la ES.


En este modelo, la riqueza se distribuye con equidad, se protege el medio ambiente y se prioriza la colaboración sobre la competencia. Al vincular sus saberes ancestrales con el mercado, las comunidades alcanzan independencia económica y mayor reconocimiento social.


Obtener y mantener una IG exige más que el esfuerzo de un gran productor. Se requiere la unión de cooperativas, asociaciones y pequeños productores que acuerdan estándares de calidad, métodos de producción y planes de comercialización comunes.


De este modo, los productores dejan de competir entre sí para competir juntos en el mercado, bajo una marca colectiva que garantiza calidad y origen. Este principio, donde prima el bien común sobre el lucro individual, conecta directamente con la esencia de la ES.


Actualmente, el estado cuenta con dos productos con reconocimiento oficial: el cobre martillado de Santa Clara del Cobre y las catrinas de barro de Capula. Ambos son muestra de cómo las IG preservan tradiciones y, al mismo tiempo, generan oportunidades económicas bajo un esquema de comercio justo. Además, Michoacán impulsa nuevas candidaturas, entre ellas el queso Cotija, las esferas de Tlalpujahua y el pescado blanco de Pátzcuaro, todos con un fuerte arraigo cultural y un potencial de impacto económico considerable.


A pesar de los avances, Michoacán enfrenta varios desafíos para consolidar este modelo:


Fortalecer la organización de productores para garantizar calidad y confianza en los mercados.

Ampliar el acompañamiento técnico y jurídico para facilitar el registro de nuevas IG.

Proteger la identidad de los productos frente a terceros, evitando usos indebidos.

Construir cadenas de valor sostenibles, que aseguren ingresos justos y permanentes.


Las IG, subrayan especialistas, deben ser más que una etiqueta decorativa. El verdadero desafío es que se conviertan en un pacto entre la tierra, el conocimiento ancestral y la comunidad, consolidándose como una estrategia para construir un sistema económico basado en la calidad, la equidad y el respeto al medio ambiente.


En este contexto, resulta clave la realización de la Bienal oriGIn 2025, que tendrá lugar en Morelia del 8 al 10 de octubre. El encuentro reunirá a productores y especialistas de más de 40 países para reflexionar sobre el papel de las IG en el desarrollo sostenible y la protección cultural, según informaron las autoridades estatales.

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