SAN JUAN GUICHICOVI 11/09/17
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Decenas de casas quedaron inhabitables
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Sin albergue ni atención, familias piden atención del Gobierno
*Solo
un plato de sopa y medio litro de agua, la respuesta oficial
RED 113/ El Piñero de La Cuenca
San Juan Guichicovi, Oaxaca a 11 de
septiembre de 2017.- En San Juan
Guichicovi, municipio Mixe de la región del Istmo, no hay devastación exhibida
ni tampoco estadística de víctimas fatales, pero sus habitantes quedaron a
merced del miedo y la oscuridad, pues el saldo del terremoto fue de viviendas
fracturadas y ausencia de energía eléctrica.
En
Estación Mogoñe, una agencia de Guichicovi, sus habitantes quedaron sin energía
eléctrica desde la madrugada del viernes, minutos después de que el terremoto
sacudiera su suelo. A cuatro días, piden el auxilio de las autoridades, pues su
escasa economía depende de la electricidad.
En
ese lugar al menos diez casas resultaron afectadas con fracturas en sus
paredes, por lo que familias las han tenido que abandonar y buscar refugio con
amistades y vecinos.
Mientras
que en Piedra Blanca, la agencia más importante de ese municipio Mixe, no
existe numeralía que establezca las
afectaciones reales, ya que mucha gente se ha quejado de la falta de un censo
preciso.
Bernardino
Castillejos Valentín, poblador del lugar y encargado de un templo cristiano,
reportó que hasta el momento no se ha
realizado un censo que defina el desastre en su pueblo.
Y
es que pese a que no existen viviendas destruidas, como en Juchitán, muchas de
ellas -más de cien- han quedado inhabitables por presentar mayúsculas grietas.
Por
ejemplo Florenciano Villarreal Tomás y Soledad Miranda Jacobo, una pareja de
ancianitos, han tenido que buscar asilo con sus vecinos pues su casa quedó
totalmente fracturada y al borde del colapso.
Así
como ellos, muchas familias han buscado otras alternativas de estancia en lo
que esperan la ayuda de las autoridades, pues
saben que sus hogares tendrán que demolerse por las afectaciones que
sufrieron.
Hasta
el momento, la autoridad municipal solo ha respondido con unas colchonetas, un
plato de sopa y medio litro de agua. Y piden a los damnificados concentrarse en
la explanada de su agencia para que sean apuntados en una lista y ser atendidos
pero, muchos, no lo han podido hacer por temor a ser víctimas del hampa.