MORELIA 20/11/2020
COLUMNA Ágora
La hora de las mujeres
Jaime Martínez Ochoa
Ha empezado a cobrar fuerza el movimiento de
organizaciones feministas que lanzó una iniciativa para que los hombres que
deban pensiones alimenticias y tengan historial de amenazas y agresiones en
contra de mujeres no puedan ser candidatos.
La llamada propuesta “3 de 3 contra la violencia de
género”, busca que los aspirantes a una candidatura firmen un documento en el
que manifiesten que no están condenados o sancionados por violencia familiar,
delitos sexuales, ser deudor alimentario o haber cometido violencia digital.
Se trata, a decir de las promotoras de la iniciativa,
de proteger los derechos de las mujeres y fomentar su participación en los
procesos electorales. Se considera que el marco jurídico que establece la
paridad en las candidaturas no ha sido suficiente para lograr una igualdad
plena, que contemple la perspectiva de género como política pública.
Por ello, lo que se pretende es que las mujeres
refuercen su participación electoral, a la vez que visibilicen la problemática
de la violencia, pues es evidente que una cosa no va con la otra, ya que el
hecho de que las mujeres puedan ejercer cargos de representación popular no
significa el fin de la discriminación.
Esta iniciativa surge en un momento clave en el
país, en el que, por diversos factores, el tema de las mujeres ha ganado
protagonismo: por un lado, hay una mayor presencia femenina en todos los
espectros de la vida mexicana; por el otro, se advierte una creciente ola de
violencia de género que se concentra en asesinatos y desapariciones; al tiempo,
también se ha incrementado el activismo de diversas agrupaciones, en algunos
casos incluso con rasgos de violencia que han sido aprovechados por diferentes
sectores para desprestigiar el movimiento.
Lo anterior, sin contar con el menosprecio que desde
las ruedas de prensa mañaneras se ha expresado hacia la lucha feminista, que ha
sido interpretada como un acto de desafío al poder presidencial, antes que como
una reivindicación de sus derechos. Para no hablar del acendrado machismo que
sigue prevaleciendo en la mayoría de los órdenes de la política mexicana, donde
los espacios a las mujeres se dan por obligación legal y no en un afán de
buscar la equidad.
¿Llegó la hora de las mujeres? Es posible que
todavía tenga que pasar mucho tiempo para que las mujeres tengan derechos
políticos en igualdad de condiciones con los hombres y que esto se traduzca en
una vida en la que no haya violencia de género, pero es indudable que este
movimiento poco a poco ha ido cobrando fuerza, situándose hoy en día como un
tema de debate ineludible, que ya no se puede minimizar.
Lo cierto es que mucho ganará este país cuando la
mitad de sus integrantes ejerzan cargos públicos en plenitud y puedan tomar
decisiones importantes sobre la vida pública. En principio, se modificaría
sustancialmente la visión que se tiene sobre los asuntos medulares y de la
orientación que se le debe dar a los problemas más apremiantes, tales como el
combate a la inseguridad, la pobreza y la falta de oportunidades.
La creación de un país más justo, más honesto, más
tolerante, más equitativo, sólo se logrará cuando en su construcción participen
los hombres y las mujeres en igualdad de condiciones. Un primer inicio podría
ser la aprobación de la iniciativa “3 de 3 contra la violencia de género”.
Email: jmochoa4@hotmail.com