LOS REYES 22/10/21
El día después del 18, en Zacán
RED 113 MICHOACÁN/ Lamberto HM
ZACÁN, Mich.- 22 octubre de 2021.-
Ha pasado la fiesta religiosa, en honor al San Lucas, el protector del ganado
vacuno; es el día siguiente, seguramente el más esperado por muchos, para
convivir con muchos que han llegado de todas partes a visitar su pueblo
querido. Para vivir la adrenalina del Toro de Once.
Refiere Guillermo Huanosto, en sus apuntes, “El Toro
de Once en Zacán”, que el día después de la fiesta del 18 de octubre de cada
año, se escucha en el cielo, el estruendo del cohete a las 11 de la mañana, que
anuncia la salida del toro hacia la casa del carguero, de aquel que es
responsable de realizar la festividad religiosa.
Aquí, quiero hacer un reconocimiento al grupo de
personas, que lazo en mano, son los encargados de controlar al toro. Traté de
buscar el nombre de cómo se les conoce, pero lo más cercano, son dos.
Uno, el de Caporal, según la Real Academia Española
(RAE), es aquella persona que tiene a su cargo el ganado. Otra, Lazadores, en
el Diccionario del Español de México (DEM), lo relaciona así, “del temple de
las reatas, depende el éxito de un lazador”.
Vamos a dejarlo con el término de Lazadores, en lo
sucesivo. En lo personal y varias personas consultadas, no se recuerda quiénes,
cómo y cuándo inició esta tradición del Toro de Once, pero debe ser desde el
siglo XIX.
Hay antecedentes que hace unos 25 años, algunos de los
lazadores fueron, Ramón Galván, Nicho Niniz, los hermanos Celedonio, Agustín
Huanosto Alfaro y Heriberto López.
Pero bueno, luego del cohete, a las 11 de la mañana,
el toro es adornado con papel picado y listo para salir de la casa del
carguero, para recorrer varias calles del pueblo. Son dos paradas obligadas, en
La Pilita y la cancha de basquetbol de la plaza.
Quienes acompañan este recorrido, visten, en su
mayoría, como lo marca la tradición, camisa o guanengo bordado a base de punto
de cruz; faja o rebozo. El infaltable sombrero de palma y el morral, donde han
de cargar las bebidas.
Una, dos o hasta tres bandas de música de viento,
tocan todo el recorrido; los cientos de acompañantes, van detrás del toro que
es controlado por los lazadores, son quienes llevan las riendas del toro.
En los recientes 10 años, o un poco más, el grupo de
lazadores se ha mantenido más o menos compacto, y podemos señalar a Miguel
Campos Murguía, Juan Huendo Jacobo, Juan Carlos Paz Aguilera, Juan Raúl
Garabito Méndez, José Luis campos Murguía, Serafín Medina Campos y Alejandro
Sánchez Aguilera.
El famoso Toro de Once, es el preludio del jaripeo
ranchero. Recuérdese que el San Lucas, está considerado el protector del ganado
vacuno; por ello, la imagen en la iglesia, tiene un toro pinto al pie. Los
ganaderos, acuden cada año a bendecir un “torito” de barro, para que les vaya
bien en su hato ganadero; tengan más crías, buena leche y mejor carne.